Escribe: Elizabeth Salcedo
Conmemoramos un DIA DEL TRABAJO en medio de un déficit mundial de empleo que alcanza a 473 millones de personas cifra del año 2022, que creció en 33 millones de personas más, con respecto al año 2019. (OIT, 2023).
Quizá muchas personas trabajaran el día de hoy, sin mayor reconocimiento e incluso más horas que las establecidas por los regímenes que protegen laboralmente a un escaso sector de la población, y sin mayor protección ni beneficios sociales.
Según datos de OIT, 214 millones de trabajadores viven en extrema pobreza, pese a tener un empleo. Y la calidad del empleo y las remuneraciones no son las mismas para las mujeres. La brecha salarial en el Perú muestra que las mujeres ganan 27.4% menos que los hombres y, además, y además le dedican un tiempo mayor en comparación a los hombres (PUCP, 2023).
Un día del trabajo, en que, la intensa labor doméstica y de cuidado, que sigue descansando principalmente en la población femenina, y continua invisible y poco valorada en nuestra sociedad. Mientras que en espacios políticos de dudosa integridad se definen la aprobación de “bonos laborales” para premiar a ciertos “sectores trabajadores” al servicio de la clase política en el poder.
Dia del trabajo temporal que se promueve como practica natural desde diversos programas estatales, y de las agencias de terciarización del empleo, que han crecido en el sector de servicios para hacer posible el crecimiento económico.
En una sociedad como esta hay pocas razones para celebrar un 1 de mayo. La dignidad y la justicia social de la población están seriamente vulnerada
Es un día para reflexionar y para sumar esfuerzos para incidir no solo en reivindicaciones laborales a través de medidas políticas, sino en el ajuste de un sistema económico que cada vez ofrece menores respuestas a la población.
Fuentes consultadas: